martes, 17 de noviembre de 2009

iii. Folio 9 - Santiago II

i.
Mi corazón le sirve tanto a ese niño
pero yo no quiero que me lo regalen
tenerlo así de entero, aunque parchado
me costó los dedos, tres dientes, golpes,
moretones de noches en vela, silencios.

Le sirve y no quiero dárselo porque
después de tanto ya ni late ni duele
lo único que hace es entintar mis manos
manchas como sonámbulos negros, desolados
historias de tinta con olor a malos cuentos.

Mi corazón le sirve a ese niño tanto tanto
pero yo no quiero que regalen lo que es mío
a ratos le dará pena de llanto sin saber, amargo
alegrías breves como de monstruo avergonzado
antes sería mejor que se muriera de una vez.


1.
Cuando estemos juntos
y nuestra tarde se te haga
insoportable, tan eterna
puedes tomar de mi espalda
la cuerda que nos ata
y cortarla de un mordisco
con el hambre que tienes a ratos
guardada en besos que dan susto.


2.
Darte un beso se siente
como caerse del sextopiso
un beso, la cabezarota en dos
otro, el par de piernasmuertas.

Cada beso tuyo un huesoroto
yo toda quebrada, tú matón.

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