martes, 4 de agosto de 2009

III. Folio 2 - Lota (por San Pedro de la Paz a Concepción)

i.
Me he convertido en una de esas
que tienen la boca llena de pena,
que tienen dedos largos anudados
y ojos de serpiente que come animales de río

mis dedos se volvieron tan largos
ay, que ya se anudan manos y pies
mis ojos de araña se me hinchan,
me flotan sobre la cara perdidos y muertos


ii.
Me da lo mismo qué comer / siempre que me haga recordarte como chiste un rato.


iii.
Las niñas más bonitas siempre me parecieron las que tenían una pena de llanto. Algunas la tenían siempre en la boca, como una costrita, se la comían y la devolvían a ratos. El resto tenía una poca en los ojitos, donde se les caen las lágrimas a las demás. Atrás de los pelos que están en el camino que va de una ceja a la otra, aun con esa apariencia dibujada por lápiz de cera. La más bonita tenía la pena de llanto en la rodilla, con forma de hoyo: se pasaba una lana roja por entremedio de ella y sonreía apenas con dientes invisibles.


iv.
Andenes del 38 al 42
donde 42 se ha convertido en el número de la bestia.


v.
Me dan ganas de salir corriendo al calor que sea, de tomar vuelo, pero me quedo sentada escribiendo sin saber qué hacer. Hace un frío de la condenación en el camino, un frío al que parece no sobrevivieran ni las penas. Me quedo sentada sin saber más otra cosa que esperar un abrazo y tener una pena para congelar. Hace un frío del infierno en el sur, un frío al que pareciera no sobreviviera ninguna pena más que la mía.


vi.
Siento nostalgia de esos tiempos / en que tener corazónroto estaba tan de moda.

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